“EL TIEMPO PREOCUPA Y OCUPA UN ESPACIO EN LA VIDA DE LAS PERSONAS, SU TRANSCURRIR MARCA MOVIMIENTOS QUE RECORDAMOS COMO INSTANTES FELICES, DESGRACIADOS, ANGUSTIANTES, SERENOS, ETC. DONDE NOS UBICAMOS DEPENDE DE NOSOTROS. ANABELLA TRATA EL MOVIMIENTO A TRAVÉS DEL SIGNO (AGUJAS) Y SUS DISTORCIONES, CADA UNA IMPLICA LA POSIBILIDAD DE LEER ESTOS INSTANTES.”

GABRIELA LUCHINI
Profesora de la Escuela de Artes Visuales M. A Malharro.

sábado, 30 de octubre de 2010

En el libro “Punto y línea sobre el plano”

Kandinsky habla sobre la línea como factor de movimiento. La línea es la traza que deja el punto al moverse y es por lo tanto su producto. Surge del movimiento al destruirse el reposo total del punto. Hemos dado un salto de lo estático a lo dinámico.
Las  fuerzas  que provienen del exterior y que transforman el punto en línea varían: la diversidad de las líneas depende del número de estas fuerzas y de sus combinaciones.
Sin embargo, todas las fuerzas productoras de líneas pueden reducirse en definitiva a dos:
a) fuerza única: con efecto único o continuado de ambas fuerzas alternantes.
b) dos fuerzas: con efecto simultáneo de ambas fuerzas.
Cuando una fuerza procedente del exterior desplaza al punto en cualquier dirección, se genera el primer tipo de línea; la dirección permanece invariable y la línea tiende a prolongarse indefinidamente.
Se trata de la recta, que en su tensión constituye la forma más simple de la infinita posibilidad de movimiento.
He decidido sustituir la palabra “movimiento”, de uso corriente, por “tensión”. La “tensión” es la fuerza presente en el interior del elemento, que aporta tan sólo una parte del “movimiento” activo; la otra parte esta constituida por la “dirección”, que  a su vez esta determinada también por el “movimiento”. Los elementos en la pintura son las huellas materiales del movimiento, que se hace presente bajo el aspecto de: tensión, dirección.
 Esta clasificación crea, una base para distinguir elementos de tipo diverso, como por ejemplo el punto y la línea. El punto esta constituido exclusivamente por tensión, ya que carece de dirección alguna. La línea combina, al contrario, tensión y dirección. Si con respecto a la recta tomáramos solamente en cuenta su tensión, no podríamos diferenciar una horizontal de una vertical. Del mismo modo, al analizar  el color veremos que algunos de ellos sólo se diferencian entre sí por la dirección de las tensiones.
  Hay tres tipos de rectas, de las que derivan otras variantes:   
1. La forma más simple de recta es la Horizontal. En la percepción humana corresponde a la línea o al plano sobre el cual el hombre se yergue o se desplaza. La horizontal es por tanto la base protectora, fría, susceptible de ser continuada en distintas direcciones sobre el plano. Su frialdad y achatamiento constituyen el tono básico de esta línea, a la que podemos definir  como la forma más limpia de la infinita y fría posibilidad de movimiento.
2. El perfecto opuesto de esta línea es la Vertical, que forma con ella ángulo recto; la altura se opone a la chatedad, el calor sustituye al frío: es lo contrario en un sentido tanto externo como interno. La vertical es, por tanto, la forma más limpia de la infinita y cálida posibilidad de movimiento.
3. El tercer tipo de recta es la Diagonal, que, esquemáticamente,  se separa en ángulos iguales de las anteriores. Su tendencia hacia ambas  es equivalente, lo cual determina su tono interior: reunión equivalente de frío y calidez. O sea, la forma más limpia del movimiento infinito y templado.
Estos tres tipos son las formas más puras de la recta y se distinguen entre sí por la temperatura:

Movimiento       
Infinito.
                          a) forma fría.                 Formas más puras de las posibilidades del  
                          b) forma cálida.              movimiento infinito.
                          c)  forma cálido-fría.

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